Julia enfrentaba una barrera significativa. "En mi formación profesional de tanto maestría y doctorado... no llevé realmente la metodología de la investigación. Entonces, sentía muchas inseguridades al respecto, sobre todo para cuando tenía que asesorar a mis alumnos", confiesa.

El programa transformó su confianza y capacidad como mentora. La personalización y el acompañamiento fueron clave en su proceso. "Ahora sí soy otra persona... En mis tutorías con mis alumnos me siento muchísimo mejor, más confiada. Con toda tranquilidad puedo explicar, dirigir, observar a mis alumnos sus detalles sobre sus trabajos de tesis", comparte con entusiasmo.

El impacto se extendió más allá de la tutoría, transformando su propia práctica docente. "Incluso en mis clases, en la elaboración de mis clases, en la preparación de mis clases, yo he aprendido bastante", destaca Julia, quien ahora ve resultados tangibles en la motivación de sus estudiantes.

La transformación le ha dado un nuevo sentido a su vocación. "Me hace sentir que soy útil, en primer lugar. Que tiene sentido lo que hago. Como esto es lo que me gusta hacer en la vida, lo que hago justamente es lo que me gusta hacer. Pues ahora lo hago con más motivación, con más seguridad", reflexiona, destacando cómo su crecimiento personal ha impactado positivamente en su capacidad para guiar a otros.