A pesar de su rol como académica y coordinadora, Mónica enfrentaba dudas sobre sus conocimientos de metodología. "Tenía algunos vacíos propios como estudiante doctoral sobre el diseño metodológico de mi investigación porque me cuestionaba si realmente le estaba dando respuesta a la principal pregunta de investigación", comparte con honestidad.

El programa transformó su comprensión metodológica y confianza investigativa. "Me ayudó a redireccionar nuevamente todo el diseño metodológico de mi investigación... llegué a un diseño secuencial explicativo... donde a partir de datos cuantitativos, podía establecer criterios de inclusión y exclusión, tomar una nueva muestra... poder entonces a partir de una validación, una triangulación, encontrarle alguna respuesta accesible a mi pregunta principal", explica entusiasmada.

Su transformación culminó en un logro excepcional. "Tanto la sustentación como el informe final fueron aprobados por unanimidad de los sínodos... esa es la máxima evaluación que dan en tesis doctorales", comparte orgullosa.

El impacto se extendió más allá de su tesis, fortaleciendo sus competencias profesionales. "He fortalecido competencias investigativas y competencias ahora en la evaluación de artículos científicos... Ahora leo más rápido, puedo tomar posiciones más rápido y puedo decirle a otros, mira, si te metes por esta herramienta, te va a dar resultados", reflexiona sobre su crecimiento integral como investigadora y mentora.